VIENA, 3 de febrero. El gobierno de Austria dijo el jueves que no se podía permitir el gasto que implicaba recuperar cinco cuadros de Gustav Klimt que un juzgado ordenó fuesen devueltos a una mujer judía de California que dice que le
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmENQqG2nK9h0Acl5XU1sZ1xkJmfy46C0o5jsN8lUnFm9_n2ptP9wURE_U1hfwJNMJLZkE2Ewbroy2jbaRUOKj-NRaGh2z88JKJ_On5LYylMcXzqLjKVySnAVT2H9ICgR51qjv4A/s400/184727.jpg)
La Ministra de Cultura Elisabeth Gehrer dijo que el Estado deseaba sobremanera comprar las obras maestras -- consideradas parte del patrimonio nacional -- pero decidió que no se podía dar el lujo de pagar su precio de 300 millones de dólares. El mes pasado un tribunal resolvió que las pinturas debían ser entregadas a María Altmann de Los Angeles.
"Las pinturas están disponibles inmediatamente para que ella las herede", Gehrer dijo en una declaración. La funcionaria dijo que el Consejo de Ministros no encontró suficientes fondos en el presupuesto para retener los cuadros en Austria.
Gehrer dijo que el gobierno informará a los abogados de Altmann que ya no tiene interés en negociar la compra de las obras.
"Simplemente no podemos" comprar las pinturas, dijo el canciller Wolfgang Schuessel. "No tienen sentido negociaciones ulteriores", afirmó.
El abogado estadounidense de Altmann, E. Randol Schoenberg, dijo el jueves que "respetaba y comprendía" la decisión. Sin embargo, dijo que Altmann aún esperaba encontrar un comprador en Austria y que algunos compradores potenciales ya se habían puesto en contacto con él.
Gehrer propuso después de la decisión del tribunal que se le permitiera a Austria seguir exhibiendo al menos dos de las obras más conocidas. Ya había admitido que Austria no podía comprarlas y que estaba obligada a regresarlas bajo las leyes de restitución de obras a víctimas del Holocausto.
Altmann, de 89 años, una operadora de tienda boutique retirada que reside en Beverly Hills, es una de las herederas de la familia a la cual pertenecían las obras antes de que los nazis ocuparan Austria en 1938. Aunque entabló una demanda legal durante siete años por recuperarlas, también ha dicho que prefería que las obras permanecieran ante el público, en lugar de desaparecer en una colección privada.
Las obras estuvieron durante décadas en el castillo Belvedere de Viena.
Gerbert Frodl, director de la galería de Belvedere, describió la decisión como "una pérdida inmensa".
Estas pinturas son entre las más importantes del arte austríaco", dijo al lamentar profundamente que el gobierno no compró los cuadros por Austria.
Adquirir los cuadros hubiera significado una erogación de cuatro veces el presupuesto anual de los museos nacionales de Austria, dijo Wilfried Seipel, director del museo de Historia del Arte de Viena.
Para los amantes de Klimt, una de las pinturas, un retrato al óleo con incrustaciones de oro de "Adele Bloch-Bauer I" es invaluable.
Altmann es la sobrina de Bloch-Bauer, que falleció en 1925. La familia de Bloch-Bauer contrató a Klimt para que pintara el famoso retrato, el cual, junto con las demás obras, le pertenecía.
Fuente: Associated Press / Foto de AP